Este queso es de la familia de pasta blanda, cuyo contenido de materia grasa es de entre 10% y 24.9% sobre extracto seco, por lo que es ideal para aquellos que no pueden comer alimentos con alto nivel de grasa o para los que están a dieta.
El queso magro tiene menor tenor graso que los comunes y por dicho motivo es usual encontrarlo en recetas de bajas calorías. También existe el queso magro sin sal para las personas hipertensas, que no deben comer con sal. La horma de este queso es pequeña y no tiene agujeros, es de masa compacta, pareja, no granulosa.
Usted lo puede reconocer perfectamente al ver que su consistencia es elástica, de textura compacta, lisa. Su color es amarillento y uniforme y su sabor láctico, suave, ligeramente salado es característico. No posee un aroma acentuado ni tampoco ojos ni corteza.
La vida útil del queso Magro es de un máximo de tres meses, siempre y cuando se conserve a una temperatura de entre 4 y 6 grados centígrados. Este queso puede encontrarse en presentaciones de un kilo o de tres kilos.
Es un queso que posee una diversidad de usos muy interesante. Por ejemplo, puede ser utilizado en la preparación de todo tipo de recetas dietéticas, como sean: ensaladas, bocattas, tortillas, etc. Recetas en las que no se busca un sabor predominante, que resalte por sobre los demás, son ideales para el queso magro. Dadas sus características, permite homogeneizarse con el resto de los ingredientes, ayudando a que los sabores se mezclen los unos con los otros.
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